Cada vez existen más edificios a los que no les falta originalidad, diseño, calidad y que cuentan con las funcionalidades óptimas para suplir todas nuestras necesidades. Otros, sin embargo sufren el síndrome del edificio enfermo, no cumplen con ciertos requisitos básicos relacionados con sus materiales, construcción u otros aspectos que garantizan el confort adecuado y que pueden causar el síndrome del edificio enfermo.
Por ello es muy importante rehabilitar la fachada, el edificio y los interiores del mismo.
¿Qué es el síndrome del edificio enfermo?
Esta afección se manifiesta en ciertas personas que encuentran deficiencias en el edificio donde viven, estudian, trabajan o llevan a cabo sus tareas diarias, pasando la mayor parte del día dentro de él. Este conjunto de síntomas no suele llegar a convertirse en un problema demasiado grave, aunque puede causar patologías leves en los casos más extremos.
¿Cuáles son sus principales causas?
Una de las principales causas del edificio enfermo está relacionada con la contaminación del aire que se respira en el edificio.
Los conductos de ventilación de sistemas centralizados, ventanas herméticas o suelos enmoquetados son síndromes de riesgo característicos en locales de oficinas en los que no existe regeneración de aire, por lo que este se carga de partículas dañinas para la salud.
Los componentes contaminantes presentes en la atmósfera pueden ser de origen químico y biológico, tanto por el dióxido de carbono que se expulsa con la respiración como por los hongos y bacterias presentes en los conductos, respectivamente.
Otras causas son la mala iluminación, la falta de ergonomía, el excesivo ruido, las vibraciones o los cambios de temperatura constante. El síndrome del edificio enfermo también puede ser causado por motivos psicosociales, como las relaciones con los compañeros, jornadas de trabajo demasiado largas o falta de organización.
Sin embargo, esto no quiere decir que afecte a todas las personas, pues lo hace sobre las más vulnerables a la falta de salubridad, por lo que también puede darse en personas que habitan edificios con una adecuada ventilación.
Síntomas del síndrome del edificio enfermo
Una de las patologías más comunes en personas que sufren este tipo de síndrome está relacionado con las vías respiratorias. Sin embargo hay casos y ejemplos que pueden llegar manifestarse que conviene conocer para diagnosticar la afección lo antes posible.
– Sequedad, inflamación, ronquera o irritación de la garganta, la cual suele presentar un enrojecimiento.
– Es común confundir el síndrome del edificio enfermo con un resfriado, pues los primeros síntomas se presentan en la cavidad nasal: congestión, mucosidad y sequedad.
– Pueden llegar a darse alteraciones en la piel, manifestándose a través de manchas, rojeces o picores.
– También aparecen dolencias leves oculares, como vista cansada o escozor.
– Otros síntomas que suelen darse en casos más extremos son dificultad para concentrarse, dolores localizados, vómitos o dolores de cabeza.
Gran parte de las personas que sufren esta afección aún no lo saben, pues aunque tratar el síndrome del edificio enfermo es algo sencillo, diagnosticarlo requiere la ayuda de especialistas.
Si necesita ayuda no dude en contactar con T-max Restaura